Un caos

Por alejandra el enero 9, 2019 - Regresar

¿Has sentido momentos donde todo es un caos? Donde no ves salida a cierta situación o circunstancia, ¿y todo parece estar en contra?

Este fue el caso de él…

Después de recibir una amenaza de muerte, tuvo que huir. Y sin tener dónde recostar su cabeza, esa noche de incertidumbre y dolor, durmió en una piedra. Lo más triste de esto, es que quien deseaba acabar con su vida era su hermano.

Después de tenerlo de todo, de estar rodeado de riquezas y una preciosa familia, su vida se convirtió en un caos. En medio de esa densa oscuridad y de ese frío nocturno, su mente vagaba pensando y meditando en qué pasaría con su vida y en cómo saldría de esa situación.

Sencillamente, del todo, quedó la nada.

Y sé que no solo le pasó a él. Sino que a ti y a mí nos ha pasado.

Esta es la historia de Jacob.

No se equivocó el apóstol Pablo cuando escribió:  “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:11-13)

Esto indicaba que hay diferentes etapas y estaciones en la vida. Y en ocasiones, estas temporadas parecen un caos. Ya sea a nivel familiar, financiero, emocional, físico o cualquier otra. Sin embargo, sin importar qué sea y qué tan imposible parezca hay un Dios que nos fortalece.

Esta historia no terminó allí. En medio de esa noche desesperante para Jacob, el Señor le habló en sueños y le dijo: “Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido”. (Génesis 28:15).

Una promesa de Dios cambió su estación de dolor y desesperación, en risas, bendición y alegría.

Hoy entiendo que mi buen Dios es especialista en intervenir en situaciones que parecen muertas. ¿Recuerdas la creación? “La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas”. (Génesis 1: 2).

La tierra era un caos. Pero siete días después, el Señor, ya había construido un paraíso, el Edén.

No sé qué situación estás atravesando, no sé si tu vida está hecha un caos en este momento o si simplemente no has recibido una promesa de parte de Dios y ves que las circunstancias lo muestran como un imposible. Quiero decirte que la especialidad de Dios es hacer paraísos cuando todo parece un caos.

Cree la Palabra de Dios, aférrate este nuevo año a Él y verás cómo empieza a cambiar tu vida a su próxima estación.

Lo he podido experimentar… Sé cómo Dios cambia temporadas en menos de un día para nuestro bien. Si lo hizo conmigo y mi familia, lo puede hacer contigo.

Así como sirves a un Dios que creó todo lo que ves desde el plano invisible, puedes entregarle tu insignificancia y verlo hacer todo de la nada. Todo lo que debes hacer es tener fe en Él y creer en Su Palabra. ¡Él hará lo demás!


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