“El secreto”

Por alejandra el abril 22, 2016 - Regresar

A punto de caer postrada, de rodillas, lo escuché: “Este es el secreto”.

Esa preciosa voz del Espíritu Santo no se puede confundir. Allí me encontraba, en mi lugar secreto, cuando lo escuché tan claro.  Si supieras que ya tenía casi lista mi primera publicación, pero el Espíritu Santo tenía Su plan, así que en ese instante entendí por dónde debía iniciar, desde el fundamento: de rodillas.

Muchos se han conformado con vidas comunes, simples y mediocres. Otros han decidido llevar vidas extraordinarias. Lo mejor es que han cumplido el propósito por el cual nacieron, y hoy inspiran a miles de personas en todo el mundo. ¿La diferencia? Unos decidieron escuchar la voz del Espíritu Santo, otros no. Unos decidieron obedecer, otros no. Unos se rindieron, otros persistieron. Unos lucharon, otros renunciaron.

Aunque hay varias cosas que debemos hacer para alcanzar nuestro máximo potencial, hay una que es el cimiento, aquella parte que le da solidez a nuestra obra maestra: atender al Espíritu Santo. Por aquí debemos partir, si aún no sabes por qué y para qué estás aquí en la tierra es tiempo de hacer un pare en tu agitada rutina y preguntarle “Señor, qué planes tienes para mí, rindo mi voluntad a ti”.

Antes de Jesús ascender al cielo lo dijo: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” (Hechos 1:8). ¿Poder? ¿Poder para qué? Poder para correr hacia la meta, poder para enfrentar crisis, poder para luchar. No creas que los campeones no tienen batallas, ¡por supuesto que sí! Ellos han enfrentado sus batallas una y  otra vez, y han vencido.

El Dr. Mike Murdock en su libro “Manual del Espíritu Santo” menciona que “el Espíritu Santo hablará contigo acerca de tu futuro, tu asignación, tus dones; te revelará la diferencia entre los asuntos esenciales y los no esenciales”. Acércate  a Él, créeme… No sabes el anhelo  tan grande que tiene en su corazón de verte triunfar y ser una persona fuera del común.

Cuando estás en Su presencia recibes enfoque. Que feo sería estar en un transporte que no tiene ruta final, sino que  da vueltas y más vueltas. De esta  misma forma el  Espíritu Santo no quiere que lleves una vida que dé vueltas en el mismo lugar sin avanzar. Y la única forma para que no suceda es estando muy cerquita de Él.

Jesús siempre estuvo enfocado. Muy de mañana se levantaba a orar como vemos en Marcos 1:35. Y en el versículo 38 encontramos algo sorprendente  -justo después de tener un tiempo  de búsqueda al Señor-, le dijo a Simón y los que estaban con él: “vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido”. Él sabía para qué había venido a la tierra… ¿Y tú? ¿Lo sabes?

Empecemos por aquí. Este es el secreto: de rodillas recibirás la visión, el enfoque y la fortaleza para terminar tu carrera.

 


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