¿Cómo obtener lo que deseo y llegar donde anhelo?

¡Cuán emocionada estoy al escribir esta publicación! Al estudiar y meditar en lo que compartiré contigo en este momento la primera persona que quedó asombrada fui yo,  al ver la grandeza, perfección, y amor de mi Dios, quien nos enseña cómo obtener todo lo que nos propongamos.

Quiero que antes que continúes leyendo pienses en eso que tanto has deseado; o quizá ese sueño y anhelo que ha surgido en tu corazón. De pronto, pudiste ser inspirado por el éxito de otro, lo cual te motivó a lograr algo similar, y simplemente has pensado: “¡Qué suerte tiene!, yo no soy capaz. No tengo las mismas habilidades y recursos que él, y mucho menos las condiciones económicas o familiares”. Esto es lo que hoy quiero derrumbar, por eso le pido al Espíritu Santo que te permita discernir lo que en las siguientes líneas escribiré. Pasaremos del “quisiera”, “podría” y “debería” al “quiero”, “puedo” y “debo”.

Todo campeón ha aprendido a dominar la mente. La mente tiene poder creativo. Aquello que anheles lograr, ser, u obtener, debe ser concebido previamente en tu mente.

Te explicaré cómo funciona. Tu mente es el campo donde Dios siembra los sueños que darán fruto en tu vida. No obstante, también es el campo en que el enemigo siembra si tú lo permites. Él llega y a menos que no le des paso, no siembra pensamientos incorrectos. ¿Cómo le das paso? A través de la meditación o consentimiento de estos. Tú decides qué cultivar. Recuerda que para que toda semilla produzca su fruto es necesario de un proceso. A este proceso le llamamos meditación. Al consentir y analizar un pensamiento lo cultivas, y poco a poco este producirá su cosecha, que se verá  reflejada en tu vida. Lo que meditas terminarás creyendo, lo que crees hablas, y lo que hablas es.

Por eso debes cuidar todo lo que piensas. No consientas ni creas cada pensamiento que llega a la mente, recuerda que Dios no es el único que trabaja en ella. El enemigo conoce el poderoso poder que tiene un pensamiento. ¿Cómo logras distinguir cuándo no viene del Señor? La Biblia dice en Génesis 1:26 que tenemos la imagen de Dios; es decir, que somos semejantes a Él. Nuestro diseño es perfecto; por lo tanto, nuestra naturaleza es hacer lo correcto, y lograr con excelencia y éxito todo lo que emprendamos. El problema inicia cuando damos paso al pensamiento incorrecto.

Es tiempo de romper paradigmas, mentiras, argumentos y excusas que por años has creído al pensar “no soy capaz, no puedo”. El ser humano tiene aproximadamente 86.000 neuronas, capaces de administrar datos e información. Caroline Leaf, neurcientífica, dijo: “Eres tan inteligente como quieras serlo”. Y me impresiona cuando habla de los pensamientos tóxicos, donde expone que del 75% al 95% de enfermedades son el resultado de pensamientos. Y que estos nos afectan física y emocionalmente. Con esto vemos reflejado lo que Proverbios 23:7  dice: “Tal como un hombre piensa en su corazón, así es”.

El Señor te dio la mente para crear todo aquello que te propongas ser u obtener. Lo que hoy eres, es el fruto de la semilla del pensamiento que ayer cultivaste. Una persona promedio tiene alrededor de 30.000 pensamientos al día. Mi pregunta es “¿qué estás pensando hoy de ti?, ¿quién crees que eres?, ¿hasta  dónde crees que llegarás?”. En cada segundo de tu día estás construyendo pensamientos y memorias.

No hay ninguna diferencia entre Bill Gates, Steve Jobs, Mary Kay Ash, Martin Luther King, Henry Ford, y tú. Estoy segura que un día su mente entendió que eran capaces de lograr todo lo que desearan y dejar una huella en su generación (y las venideras). Científicamente, tienen la misma cantidad de neuronas que tú, e iguales posibilidades de ser exitosos. Recuerda: Dios nos diseñó perfectos, a Su imagen.

El éxito  inicia en la mente. Creyendo y cultivando la confianza en uno mismo para lograr nuestros sueños. Como el Señor sabe el poder que tiene la mente, exhorta en Proverbios 4:24 a guardar nuestro corazón “porque de él mana la vida”.

Mira y escucha las cosas y personas correctas, debido a que tarde o temprano afectarán tu vida.  Mike Murdock dijo: “Tus pensamientos tienen presencia. Las personas que te rodean pueden percibir las corrientes invisibles del propósito que está dentro de ti”. Lo que quieras lo puedes lograr y crear. Tus creencias determinan el rumbo de lo que recibes cada día. Lo que crees de ti se terminará exteriorizando al momento en que ese pensamiento dé su fruto.

Mi consejo: medita día y noche en lo que Dios ha dicho de ti. El Señor le dijo a Josué que para que su camino prosperara y todo le saliera bien debía meditar (Josué 1:8). La meditación renueva tu mente. Utiliza tu  mente para lo que fue creada: cumplir el propósito por el cual naciste alcanzando el máximo potencial que está dentro de ti; y sométela cada día a la voluntad y palabra de Dios.

No lo olvides: Tienes el poder y la capacidad de obtener lo que desees y llegar  donde anheles.