Con mi suegra

Por alejandra el febrero 22, 2017 - Regresar

Siempre escucho hablar a las parejas casadas acerca de sus suegras. Sinceramente, no logro entender qué sucede con ellas. ¿Por qué tienen tan mala fama?

En mi caso, aún no tengo una, pero me imagino que cuando llegue el momento, la amaré como a mi mamá. Espero ser una hija para ella, que la ame, cuide y acompañe.

Un estudio revela que el 60% de las mujeres casadas, tienen fricciones con sus suegras. Y el 56% de suegras, aseveran no tener una buena relación con la persona que “no querían para su hijo(a)”.

Esto parece ser desastroso, preocupante e incomodo…

A pesar de esto, hace un tiempo conocí a alguien un poco diferente. Creo que nunca antes me había chocado con una persona así. Su historia de amor es preciosa, pero sobre todo, su infinita lealtad a su suegra me asombró.

Mientras nos tomábamos un café, me contó que ella era de Colombia y su esposo de México. Al casarse, se mudó a México con él. Todo parecía marchar bien, hasta que dos años después de casados, su esposo enfermó gravemente de cáncer y murió. Así mismo su cuñado, el hermano de su esposo, quien tuvo un accidente tres meses después.

En un instante todo cambió para esta familia, su suegra perdió a sus dos hijos en menos de tres meses y ya no quedaba nadie: Solo ella y sus dos nueras.

Frente a esta tragedia no había nada que hacer. Su suegra despidió a las dos jóvenes para que regresaran a su país natal con su familia. Una de ellas, la abrazó, lloró y se fue. Pero la otra me asombró. Se quedó con ella.

Te estoy hablando de Rut. Mi historia favorita de la Biblia. No era de Colombia y tampoco de México su esposo, lo dije así porque necesitaba ejemplificar lo que estoy apunto de contarte.

En Rut 1 y 2 encontrarás la historia más inusual que he leído. Cuando Noemí (la suegra de Rut) pierde a sus dos hijos, le dice a Orfa y a Rut: “Vuelvan a casa de su madre, y Jehová haga misericordia como lo han hecho con mis hijos y conmigo” (Rut 1:8). Esta pobre mujer, no tenía nada que ofrecer después de la muerte de Elimelec (su esposo) y de sus dos hijos. Ella había quedado pobre y acongojada. Por esta razón, Orfa la besa y se va. Creo que pensó: “Con esta vieja no llegaré a ningún lado”. No obstante, Rut se quedó y le dijo: “No me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque a donde quiera que tú fueres, iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré” (Rut 1:16).

Hay dos tipos de personas: Los que son Orfa y los que son Rut; en pocas palabras, los que están por conveniencia contigo y los que son fieles y leales. Este tipo, como Rut, logran discernir la grandeza más allá de lo que su limitada vista les permite ver. Orfa quería casarse nuevamente y ser exitosa. Ella creía encontrar el triunfo ante su lógica. Pero Rut era una joven guiada por el Espíritu. Y su fidelidad, la llevó a una sumisión total, tal como lo revela Rut 4:6, cuando le expresa a su suegra: “Haré todo lo que tú me mandes”.

Poco tiempo después, conoce a un hombre llamado Booz, de clase social alta y muy adinerado. Ella empieza a trabajar en sus negocios, espigando, una labor que solo hombres realizaban. Y cuando él la ve, lo primero que le llamó la atención de ella fue su fidelidad ante lo inusual. Mira lo que dijo…

He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has tenido a un pueblo que no conociste antes” (Rut 2:11).

Solo quiero que imagines esto: Aparentemente Rut no tenía ninguna oportunidad con Noemí. Quedarse junto a ella era vivir una vida en desgracia. Aún, cuando consigue trabajo en los negocios de Booz, ella pudo pensar: “En la casa de mis papás me iría mucho mejor que cargar este bulto con sol todo el día”.

Pero no, ella fue fiel, hasta el final. ¿Resultado? Booz tomó a Rut por esposa, fue señora de todas sus posesiones y dio a luz un hijo; es decir, se casó, fue rica y tuvo hijos. Años después encontramos en la genealogía de Jesús, a Rut. Si vas a Mateo 1 te darás cuenta que Booz y Rut engendraron a Obed y de allí parte nuestro Salvador.

La fidelidad logra desatar la grandeza. La Biblia no describe cómo terminó Orfa. Ella en su lógica tendría éxito. Pero Rut, con su fidelidad ante lo inusual, recibió el plan perfecto de Dios.

Aveces tendrás que tomar decisiones dejando a un lado lo que parece lógico, correcto o “normal”, por algo que es completamente ilógico, extraño, poco común e inusual.

Mi pregunta es: ¿Quién eres? ¿Orfa o Rut?


  1. Gerardo May dice:

    En todo momento y rol quisiera ser Rut. Además estoy en el bajo porcentaje que amo a mi suegra como a madre, eso no me hace diferente, me hace feliz. Que bello mensaje nos dejas a quienes te leemos.

Comentarios

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