Debo ser muy sincera contigo. ¡Me encanta lucir bien todo el tiempo! – Y cuando digo “todo el tiempo”, literalmente es así-. Soy partidaria de que tu imagen personal grita más fuerte que tus palabras. Así que después de un largo tiempo de investigación y documentación en moda, imagen personal y outfits para cada ocasión, finalmente descubrí el secreto para que tú, mi querida amiga, luzcas como una “tacita de té” en todo momento. Fabuloso, ¿cierto?
Jajaja ¡Ya quisiera! Ojalá alguien me revelara este secreto, el que sin duda toda mujer desea conocer. Sin embargo, sí tengo la respuesta a esta inquietud.
No puedes lucir ¡intacta! Permanentemente. Así es, para ser más explícita: ¡Es imposible! La presión de ver diariamente mujeres “perfectas” en programas de televisión, revistas y más, lleva a muchas a frustrarse. Lo cierto, es que la realidad es otra.
Permíteme explicarte mejor. Si me conoces, sabrás que una de las cosas en que más invierto (y cuando digo “invierto” también me refiero a mis papás, pues ellos son los que pagan las cuentas jajaja) es en mi imagen personal, es decir: Peluquería, manicure, pedicure, gimnasio, alimentación balanceada y saludable, ropa, zapatos, accesorios y más. Y aún en mi casa me encanta estar bien presentada.
Es más, el diseño de Dios es que la mujer se arregle. Sí, que se arregle. Mira el ejemplo de la doncella Esther, quien por más de un año se preparó físicamente para su futuro reinado; o Ruth, quien utilizó su mejor vestido para presentarse ante Booz. Por eso, estoy segura que si Dios especificó en su Palabra los tiempos de preparación externos de la mujer, es porque son importantes y esenciales. Podríamos decir que es la naturaleza y diseño de Dios para nosotras. Tanto que es una de las principales características de la mujer virtuosa:
“(…) Se viste con túnicas de lino de alta calidad y vestiduras de color púrpura”. Proverbios 31:22
Así que este post no es para decirte que no te arregles. ¡Al contrario! ¡Es tu deber hacerlo! Pero lo que sí debo aclarar es que no seas extremista en este aspecto. Tú no eres una mujer salida de película con un libreto que exige perfección en todo momento. O como hace un tiempo leí por Priscilla Shirer: No eres “salida de Broadway”.
Aprecia tu hermosura. Los dones y talentos inspirados por tu creador. Aprende a cuidar tu físico, sí; pero aún más a cultivar tu interior: “Con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Pedro 3:4).
No te afanes por ser como las demás. Tampoco por alcanzar la perfección, que no es más que la incansable búsqueda de una máscara superficial insatisfecha con ella misma.
Quizá la respuesta al secreto de saber cómo lucir “intacta” todo el tiempo no lo descubriste. Pero sí sé que ahora conoces que no existe tal perfección. Sino una preciosa y hermosa mujer diseñada con cuidado, amor y dedicación por el Señor.
kelly polo dice:
Aprecia tu hermosura. Los dones y talentos inspirados por tu creador. Aprende a cuidar tu físico, sí; pero aún más a cultivar tu interior: “Con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Pedro 3:4). así es ale
alejandra dice:
Así es mi Kelly. Esa es la verdadera belleza.